"Quién dijo que todo está Perdido? Yo vengo a ofrecer Mi Corazón"

domingo, 17 de octubre de 2010

Día 5 en Metán (29/09) - El Gran Pozo

El sol comenzó a ingresar por las ventanas, la luz del día nos despertaba para continuar con lo que llamábamos "Nuestra Misión". Despertamos, como de costumbre, alrededor de las 07:30 hs, preparamos un rico desayuno en una mañana un tanto fría, comimos para juntar energías para el que sería el día más cansador en cuanto a trabajo. Tareas programadas para este día: Continuar con el pozo, que era un "mini pozo" hasta ese momento, y seguir llevando la tierra del pozo en las carretas hacia el lugar donde se construiría el playón; también, seguir con el apoyo escolar diario a todos/as los/as que se acercaban a la casita.
Al terminar el desayuno, inmediatamente nos dividimos, algunos/as se quedaron realizando la tarea de apoyo escolar, mientras que otros nos encargamos del pozo. Manos a la obra! (no sabríamos cuan agotados terminaríamos este día).








 
La mañana concluyó, estábamos cansados, pero sabíamos que el día recién comenzaba, que nos esperaba la tarde por delante, y no podíamos bajar los brazos. Disfrutamos de un riquísimo almuerzo, como siempre a manos de Moni, Jaqcue y Lili junto con algunos de nosotros (los encargados de este día). Tuvimos un tiempito, muy corto, para descansar. Nuevamente, como todos los días, al as 14:30 estaban ya había muchos chicos y chicas en la casita. Dividimos tareas igual que a la mañana, un grupo pequeño a apoyo escolar, y otro grupo a continuar con el infinito pozo. Meta pala, saque tierra; carreta llena va, carreta vacía viene. 




 Así una y otra vez, trabajando hasta muy tarde, incluso cenamos alrededor de las 22:00 / 22:30hs. Fue una cena recomponedora, el cansancio ya se hacía dueño de nuestros cuerpos. Aprovechamos luego de la cena para ducharnos e irnos a la cama relajados/as, tranquilos/as.


 
Este día realmente fue el más agotador en cuanto a lo que significó trabajo físico, la verdad, creímos que jamás ibamos a lograr estar Tan Cerca del sueño de construir el playón, pero al ver ese pozo enorme, supimos que ya faltaba muy poco. Algunos/as nos quedamos en ronda viendo el mini fogón que habíamos armado, compartiendo palabras y risas. A las 12 de la noche en punto, fuimos a despertar a Nacho, a desearle un muy Feliz Cumpleaños; le cantamos el cumpleaños en voz baja y lo abrazamos. A la madrugada, ya estábamos todos dormidos.
 

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