"Quién dijo que todo está Perdido? Yo vengo a ofrecer Mi Corazón"

martes, 28 de septiembre de 2010

Día 3 en Metán (27/09) - Inicio de apoyo escolar y recreación

El lunes nos halló a todos despiertos muy temprano: a las 7:30 de la mañana ya estábamos listos y desayunando, puesto a que en solo una hora vendrían los nenes del primer turno con los que compartiríamos juegos como “el cartero” por ejemplo (una especie de juego de las sillas), y el “quemado”, y a quienes les daríamos apoyo escolar con sus tareas y dificultades en la escuela. La encomienda, para muchos, fue un espacio nuevo que acababamos de conocer (ponerse en el papel de “profesor” de alguien menor no es tan fácil como parece) pero no por eso le quitaba la cuota de interesante. Llegado el mediodía ellos se fueron a sus hogares con el fin de prepararse para partir hacia su escuela.





Al instante vendría el tiempo de almorzar un caliente plato de guiso de fideos y al finalizar la comida, tuvimos casi dos horas para descansar debido a que nos aguardaba un segundo grupo de escolares cerca de las 15:00. Con ellos también compartimos un espacio muy caluroso y afectivo, el entorno se hacía cada vez más agradable; jugamos juegos de mesa, como el memotest, así como también tuvimos la posibilidad de armar un partidazo de fútbol entre los chicos y las chicas. En paralelo, otros trabajábamos en tareas con el fin de nivelar el terreno para el futuro armado de un playón. Los niños pudieron gozar de una merienda mas a la tarde, mientras algunos de nosotros emprendimos una caminata. Llegadas las 17:30 ya no había más escolares en la casa, por lo que nosotros nos dispusimos a merendar y a discutir ciertos planos de trabajo con respecto a los días por venir. Al término seguimos trabajando en tareas de nivelación y varios de los chicos profundizaron la instalación eléctrica (que para el tiempo de la cena sería un hecho palpable).







Las horas pasaban y así se nos vino la noche encima. Muchos aprovechamos el rato antes de comer para utilizar el baño. Después de bañarnos cenamos choripanes y ensaladas varias, comida que se ganó nuestro contento en medio de risas y chistes en la mesa, con anécdotas que le dieron diversión al entrañable momento.  Una parte del equipo se encargo de lavar todo lo ensuciado tras comer, y así pudimos preparar los colchones y las bolsas de dormir para pasar una noche más en la casa Carlos Mugica, soñando tal vez con las cosas que deseamos tanto para nosotros como para los niños y niñas metanenses.


Día 2 en Metán (26/09) - Comienza el trabajo

El Domingo nos esperaba con energías y con el comienzo de las actividades y el trabajo. Despertamos cerca de las 9:00a.m., desayunamos  al aire libre, y al finalizar nos encaminamos hacia la misa de los niños en la parroquia de la Virgen de los Milagros, donde algunos de nosotros tuvimos la posibilidad de leer algún pasaje bíblico y algún salmo frente a todos, y donde también se acordaron de nosotros y nos mencionaron diciendo que veníamos de Buenos Aires (no mencionaron que veníamos a trabajar y a ayudar una semana entera).


 Después de la misma, fuimos con los hijos de Gustavo hacia la placita que se encuentra en frente de la iglesia, donde nos sacamos incontables fotos y disfrutamos viendo a los chicos del barrio jugar. En el camino de vuelta no faltaron las fotos en una distribuidora de “Talca” (bebida que se había hecho ícono en el micro de La veloz del Norte, y que sería emblema de chistes y una pasión incondicional).


Al llegar a la casita, disfrutamos todos juntos del almuerzo: arroz con pollo. Al terminar nos esparcimos hasta las 16:00 donde iniciamos el trabajo en la casa: arreglamos la cerca que rodea la casa y la tensamos, rompimos el horno de barro que ya estaba viejito para poder construir uno nuevo (aún estamos esperando los materiales para eso)  y retiramos los postigones de las ventanas, para poder aprovechar esa madera y así en alguno de los siguientes días armar una tranquera, entre otras cosas. Nos propusimos hacer la instalación eléctrica (la planeamos para el lunes) y hablamos de los planes y las tareas que nos aguardarían a lo largo de la semana.
Más tarde pasamos a la merienda para continuar las tareas que se nos habían asignado. El tiempo que quedaba hasta la cena lo aprovechamos para el aseo personal (mientras algunos terminaban con las tareas del día). A la tardecita llegó a la casita el Padre Marcelo, tan conocido por todos nosotros y por la comunidad Santa Cruz, quien fue recibido con abrazos y mucho cariño. A la hora de la ducha se presentó nuevamente el problema del agua, caliente/tibia por momentos, y muy fría por otros.



Luego de la hora de la comida se realizó una puesta en común, donde compartimos la perspectiva de cada uno sobre los pocos días que habíamos estado en la comunidad: qué pensábamos y con qué esperábamos encontrarnos al día siguiente, el cual sería el primer día con los chicos de la escuelita. Hubo también una discusión bastante particular sobre la misa de los niños y se plantearon las discrepancias ideológicas y religiosas en el grupo. Gustavo hizo un comentario muy enriquecedor para todos nosotros, diciéndonos lo mucho que le gustaba a él y a toda la comunidad metanense que nosotros estemos aquí con ellos, compartiendo el día a día y trabajando hasta terminar exhaustos. Finalmente, abatidos y habiendo terminado lo planeado para el día, nos dispusimos a echarnos en nuestros respectivos colchones, esperando la jornada que se nos avecinaba. Algunos de nosotros nos quedamos reflexionando hasta altas horas de la madrugada en la parte de atrás de la casa, mateando y comiendo bizcochitos, para luego terminar tirándonos de cabeza a los colchones.


Día 1 en Metán (25/09) - El comienzo de la aventura

Terminal de Retiro: así empezaba la travesía que otros un año atrás habían iniciado. ¿Nuestra tarea? Continuarla. ¿El propósito? Gracioso es tener que contar que no todos lo sabíamos. Sin embargo algo innegable es que nos sentíamos convocados. El reloj marcaba las 21:30 del día viernes 24 de septiembre, nuestras expectativas aumentaban, al igual que los nervios. Casi amontonados empezábamos a subir al micro, a las 22:00 consecuencia del retraso del servicio (en un coche cama, pese a que íbamos a iniciar viaje en un micro semi cama), entre risas y cantos.
El sueño no se hizo esperar, en unas horas estábamos todos dormidos, despertando muchos con las primeras luces de la mañana. Metán era una realidad cada vez más cercana. Hicimos una parada para el desayuno, y horas después estábamos llegando a la casa Carlos Mugica (la mayoría a pie para disfrutar de las sorpresas que nos esperaban camino hacia la casa). El recibimiento fue muy ameno, con un almuerzo recomponedor después del agotador viaje. Luego de este nos esparcimos un poco e hicimos una dinámica en ronda para conocernos, la cual constituyó el primer paso para acercarnos a la comunidad; acomodamos los bolsos en la biblioteca y conocimos más la casa.
Para disfrutar parte de la tarde que empezaba a presentarse, comenzamos una caminata con el fin de ampliar el panorama que teníamos en relación al conocimiento del barrio (la cual fue dirigida por Moni, hija de Lili, y los hijos de Gustavo, referentes principales de la comunidad pasionista de Metán). A medida que caminábamos, ellos nos demostraban su conocimiento indicándonos entre tantas cosas: tipos de árboles, contándonos como era la gente de la zona, etc. La realidad distinta nos chocó a todos, pero al mismo tiempo la motivación iba en plano ascendente.
  
Los mates fueron/son acompañantes incondicionales a todo momento con el desarrollo de las actividades. Las horas pasaban y la noche caía, acaparada de los problemas con los turnos para poder bañarse (éramos muchos y el agua se calienta a leña, el grito de alguno que se bañó con el agua fría no faltó, como las risas respecto a este. Algunos chicos y chicas nos encargamos de la organización en cuanto a turnos para cocinar, lavar, limpiar, etc. para hacer más estable la estadía, acompañados por Sabina.


La cena nos esperaba a todos reunidos frente a un rico plato de fideos, y luego de finalizada la misma acomodamos los colchones que había conseguido Gustavo y desplegamos nuestras bolsas de dormir. El sueño llegó mucho tiempo después de los chistes y la molesta risa del lado del rincón masculino.